El éxito es la suma de pequeños detalles. El monumental paso a desnivel recién inaugurado contiene muchos detalles que escapan a los ojos del apresurado automovilista que transita veloz por la parte alta. El que circula en las laterales, más despacio, los percibe un poco mejor. Pero es el que camina e incluso se detiene, quien contempla extasiado los detalles. Hay uno que conquista... Es un detalle de corazón.
"No hay magia en la magia, todo está en los detalles", acuñó Walt Disney. Tiene razón. Generalmente no le damos importancia a los detalles ni estamos conscientes de cómo cambiaría una situación o percepción sin tan sólo hubiéramos prestado atención a los detalles que teníamos enfrente.
"Son los pequeños detalles los que son vitales. Las pequeñas cosas hacen que sucedan cosas grandes", destacó John Wooden. "Es la atención al detalle lo que hace la diferencia entre promedio y sorprendente", agregó Francis Atterbury.
Y los detalles comienzan desde que inicia el pequeño camellón central sembrado con pastos verdes. La guarnición de color amarillo que enmarca la esmeralda natural evoca a la verde amarella de la zamba y jogo bonito.
Sin embargo el que circula por la parte baja, si el semáforo es cómplice y enciende sus luces rojas, permite al automovilista ver un poco más de detalles, como los escudos de Chiapas grabados en las paredes del muro, como las ordenadas rayas de los pasos peatonales, como la enorme columna que sostiene el puente, entre otros.
Pero luego de 30 segúndos con el cambio en la luz el automovilista debe seguir su camino.
Quien gana "perdiendo" es el transeúnte. Para muchos es "pérdida de tiempo" detenerse a contemplar. Pero para algunos peatones es tiempo bien invertido.
Ricardo vive en la colonia Los Pájaros. El día de la inauguración pasó veloz con su auto. Pero hoy fue a pie, a drede, para ver los detalles.
Recorrió despacio cada centímetro. Observó las lindas flores cuna de Moisés, helechos y plantas florales y frutales del lugar que engalanan la ya de por sí exquisita obra arquitectónica.
Bancas metálicas invitan al cansado peatón o visitante observador como Ricardo, a tomar un receso. Pero es un detalle el que llama la atención de propios y extraños. Abajo del puente, del lado oriente y poniente en los retornos de los carriles laterales, hay una cancha de basquet bol habilitada.
Un tablero transparente con una canasta para encestar en cada lado, un piso parejo de cemento y unas gradas para que observen el partido los amigos o curiosos. Un enmallado da protección a deportistas y automovilistas. El balón no puede salir del lugar. La difusión de este detalle provocó opiniones encontradas.
"Los que opinan que está mal es porque de sus ranchos jamás han salido, salgan a otros lugares y van a ver que es normal", dijo Gamaliel.
"Gamaliel, ojalá lo veas normal cuando algún borracho loco se estampe en esa mallita que a kilómetros se ve que no aguantaria un trancazo", le reviró Diana.
"Diana, no se hizo para los borrachos, por qué eres negativa... Lo que te interesa es golpear a las obras que anteriores gobiernos no hicieron, hay que reconocer lo bueno", le contestó otra persona.
"Genial idea!!! Falta trabajar con la cultura del automovilista, con la cultura de no arrancó malla para venderlas de fierro viejo y con el todo nos puede", opinó otro. "¿Quien para la reta? Remató con sentido del humor un joven. Y Alberto Orantes resumió en dos palabras el detalle distinguido:" Que chidooooo", exclamó.
Entrevistados algunos automovilistas y motociclistas que esperaban el cambio en la luz del semáforo, comentaron: "Muy bien, para no desperdiciar espacios, siempre y cuando haya seguridad para el pueblo".
"Una idea muy chingona , hay que ir a echar la cáscara de basket", dijo José Humberto.
"Un puñado de hombres se ha vuelto muy rico prestando atención a los detalles que la mayoría de los demás ignoraron", puntualizó Henry Ford. Ricardo salió enriquecido tras el recorrido paciente por la parte baja del paso a desnivel.
La obra es imponente, es hermosa, es funcional. Por la noche las luces moradas que brotan del suelo hacen más grato el recorrido o espera. Quizá la hicieron pensando en Ben Elliot que escribió: "La atención minuciosa al detalle marca la diferencia entre un servicio correcto y un servicio de primera clase". Esta obra es de primer nivel.
En sintonía con Elliot, Willie Sutton precisó: "El éxito en cualquier empresa requiere una atención decidida a los detalles y una concentración total".
Muchos detractores podrán decir que la cancha fue mala decisión, dinero mal invertido, pero para otros (la mayoría) no lo es. Ellos piensan como Leonardo da Vinci: «Los detalles hacen la perfección, y la perfección no es un detalle».
En el tablero de la cancha habilitada bajo el puente, hay una frase que dice "Chiapas de Corazón". "CHIAPAS" está escrito en mayúscula, con letras negras y visibles de lejos. "De corazón", está con minúscula, letras pequeñas y color oro. No son visibles de lejos ni de cerca. Sólo de muy cerca. Es un detalle que sólo se percibe así, con tiempo y de cerca. Es un detalle...de corazón.
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