MUNDO / Plastificados, no; concienciados, sí

El 3 de julio de cada año se celebra el Día Internacional Libre de Bolsas de Plástico.

El hombre ha causado severos daños al medo ambiente. Es deber del hombre tratar de revertirlos. En ese esfuerzo por lograr la corresponsabilidad, se designó el 3 de julio de cada año para celebrar el Día Internacional Libre de Bolsas de Plástico.

Gabriel, un joven, comió unas palomitas y arrojó la bolsa a la calle 9a Poniente Norte. "No hagas eso", le dijo una anciana. "Pues levántela y llévela a su casa", contestó. Un taxista que iba comiendo mango en bolsa, hizo lo propio sobre 9a Sur y 3a Poniente. El chofer de un colectivo, luego de terminar su pozol, arrojó la bolsa de plástico a la vía pública.

Hoy es, debe ser, un día de reflexión, de hacer objetivo común para reducir las bolsas de plástico de un solo uso y fomentar su consumo responsable. La mayor parte de estas bolsas no se reutilizan ni se reciclan y acaban en los basureros o en el mar. Muchas especies de animales han sido afectadas y miles de especies marinas mueren al año.

Al estar elaboradas con materiales poliméricos derivados del petróleo, las bolsas plásticas tardan muchos años para degradarse, gran parte del hidrocarburo que se produce en el planeta es destinado a su elaboración, estos materiales son muy contaminantes y dañinos para los ecosistemas, y se calcula que su degradación tardan más de cien años, aproximadamente.

Las bolsas de plástico son famosas por matar tortugas, toda vez que las confunden con medusas y se las comen. Cabe destacar que el problema no son las bolsas de plástico en sí, sino su manejo final y cómo son desechadas, sin importar el impacto ambiental.

De acuerdo a estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cada minuto se compran un millón de botellas de plástico y, al año, se usan 500.000 millones de bolsas. Casi una tercera parte de todos los envases de plástico salen de los sistemas de alcantarillado y ocho millones de toneladas acaban en los océanos cada año, amenazando a la vida marina.

Al desecharse los desechos plásticos, dan paso a obstrucciones en las aguas residuales y los desagües pluviales, matan y enredan a aproximadamente 100 mil mamíferos marinos cada año y, por si fuera poco, generan micro plásticos tóxicos que infectan los océanos y vertederos hasta por mil años.

Lo anterior ha generado que diferentes países o ciudades prohíban el uso de bolsas de plástico. Como ejemplo de ello encontramos que México, algunos de sus estados han iniciado con la prohibición de diferentes productos de plástico, otros solo están a la espera de la entrada en vigor de las leyes modificadas. Algunas de las entidades que encontramos son las siguientes

Veracruz: En mayo de 2018 se aprobó una reforma a la “Ley Estatal de Residuos Sólidos”. Chihuahua: agosto de 2018 se prohibió la distribución de popotes y el 16 de julio el uso de bolsas de plástico. Ciudad de México: Se aprobó el 9 de mayo de 2019 y entró en vigor en enero de 2020.

Chiapas no se quedó de brazos cruzados. El Congreso local reformó la Ley Ambiental para el Estado de Chiapas en junio de 2019.

El decreto con fecha 19 de junio de 2019, publicado en el Periódico Oficial No. 039 3a. Sección, estipula la reforma a varios artículos de la Ley Ambiental para el Estado de Chiapas, mediante el cual se prohibe y restringe el uso de plásticos de un solo uso en los casos descritos a continuación: Bolsas plásticas en los establecimientos comerciales con fines de empaque y transportación de productos; popotes plásticos en los establecimientos de consumo de alimentos; plásticos utilizados para el empaque de alimentos frescos, como frutas y verduras, en mercados, establecimientos comerciales y similares. Productos de higiene y/o uso personal, de diversión y de usanza alimenticia desechables después de su primer y único uso

"Con esta reforma, se obligará a los sujetos obligados para cambiar las bolsas de plástico, unicel y popotes por otras con material biodegradable, pero esto tendrá que hacerse de manera paulatina, aunque mientras el presente decreto entra en vigor, estos establecimientos tendrán la obligación a realizar campañas de concientización dirigida a los ciudadanos, sobre el uso de los plásticos de un solo uso."

Esaú vende tacos en el mercado San Juan de Tuxtla Gutiérrez. Al plato antes le ponía bolsa de plástico para evitar lavar. Ahora coloca papel biodegradable. Antes daba popotes. Ahora ya no. "La multa está dura", dice sonriente.

El Artículo 238 Bis de la citada ley dice que "Las violaciones a la prohibición de la venta, uso y entrega de bolsas de plástico, popotes, recipientes de unicel y productos a que se refiere la fracción XII del artículo 3 de esta Ley, serán sancionadas administrativamente con una o más de las siguientes:

I. Amonestación con apercibimiento;

II. Multa de cien a veinte mil veces el valor diario de la Unidad de Medida y Actualización al momento de imponer la sanción.

III. Clausura temporal, parcial o total de las instalaciones en casos de reincidencia.

En caso de reincidencia, el monto de la multa será hasta el doble de la multa original".

Una investigación realizada por la Fundación de Recursos de la Tierra de California, (Earth Resource Foundation), da a conocer que anualmente circulan por el mundo entre 500 mil millones y 1 billón de bolsas de plástico. También informa que de la cantidad de petróleo que se extrae en todo el mundo, el 5 por ciento se utiliza para la industria del plástico y que la desintegración de las bolsas de este material es de entre 150 y 500 años.

Es reconfortante observar que cada vez más establecimientos se incorporan al grupo de los comprometidos con el medí ambiente y se mantienen firmes ante la presión del cliente. Los empacadores también colaboran al ofrecer cajas de cartón a los compradores. Hoy debe ser un día de reflexión. Plastificados, no; concienciados, sí.