TUXTLA / Diversión y aprendizaje garantizados en Museo de la Niñez

Abierto de martes a domingo, de martes a viernes de 10 de la mañana a 3:00 de la tarde. Entrada totalmente gratuita.

Diversión y aprendizaje garantizados en el Museo de la Niñez. Si usted ya fue, seguro lo recomendará. Si no ha ido no sabe de lo que se pierde. Abierto de martes a domingo, de martes a viernes de 10 de la mañana a 3:00 de la tarde. Entrada totalmente gratuita.

En la parte trasera del museo un periódico mural publicado sobre la Procuraduría de Protección de Niñas Niños, Adolescentes y la familia exhibe el día naranja, "Día Internacional contra la Violencia de Género", busca generar conciencia.

"En México, más de 10 mujeres son asesinadas día a día y alrededor de 7 niñas desaparecidas", dice la publicación. "Por una vida libre de violencia pongamos fin a la violencia contra las mujeres", agrega.

En cuanto al Departamento de Promoción y Restitución de Derechos, dice "para combatir y erradicar la violencia en cuanto a las mujeres y niñas se necesita la ayuda de todas y todos". Y muestra el ciclo de violencia con fase de acumulación, de tensión, fase reconciliación, fase de agresión.

El mismo periódico mural exhibe una cápsula sobre trabajo infantil. Se pronuncia en contra de él y menciona la situación de pobreza como factor desencadenante. "Cuando los niños están solos tienen que buscar un trabajo para sobrevivir, en ocasiones estos menores no acompañados se ven convertidos en esclavos sexuales, trabajadores forzosos o incluso en niños soldados. Esto resulta como un contexto de conflicto y huida en los que muchos niños se quedan huérfanos, se pierden en el caos de la vida".

La publicación abunda en que la pobreza de las familias impide que dispongan de los recursos necesarios para comprar alimentos, ropa, una vivienda, sanidad o educación.

Reconoce y lamenta el tráfico de niños, pues mucho menores son explotados en fábricas e industrias debido a la pobreza de los países en vías de desarrollo y la necesidad de mano de obra barata, los niños son forzados en la agricultura, en las calles incluso en las minerías con los riesgos que ello conlleva".

Las consecuencias del trabajo infantil son físicas: los niños que trabajan pueden llegar a desarrollar enfermedades y dolencias crónicas, desnutrición, sufrir cortes o quemaduras por trabajar en maquinaria y herramientas inadecuadas para su edad".

También se exponen a sufrir abuso por parte de los adultos. Consecuencias psicológicas: los pequeños pasan mucho tiempo en un ambiente hostil y violento lejos del amparo y protección de sus familiares debido a largas horas que dedican al trabajo y son obligados a dejar sus estudios o a combinar ambas actividades actividades lo cual es peligroso para el bienestar físico, mental y moral del niño.

Se estima que 73 millones de niños están en situación de trabajo infantil peligroso, la mayoría son chicos y chicas entre 15 y 17 años, aunque 19 millones de niños que se enfrentan a labores peligrosas tienen menos de 12 años. México es el segundo país de américa latina con mayor nivel de trabajo infantil sólo por debajo de Brasil.

Pero los niños que hoy acuden al Museo de la Niñez no están en ese grupo, por fortuna. Tienen padres que si bien no son ricos, trabajan arduamente para darles techo, alimento, salud y educación. Y hoy acompañan a sus hijos en el recorrido.

Tras registrarse, directivos, niñas, niños y padres inician el recorrido. "Soy Doneth Osorio y seré su guía durante una hora y 40 minutos de recorrido", dice el guía del museo.

Los integrantes del Club de Aventureros "Jesuit Nezhera", suben las gradas con grandes expectativas. Para la mayoría es la primera vez y la curiosidad los hace avanzar rápido. Ya quieren ver qué hay.

Al llegar vieron rápidamente en la parte exterior los juegos, el brincolín, el circuito vial y el área de gourmeth. Pero lo mejor está adentro. En el vestíbulo, niños y jóvenes juegan ajedrez. Decenas aprenden en el taller de ajedrez aledaño.

La primera sala es la de Biodiversidad. Ahí aprenden mucho sobre plantas, animales y ecosistemas.

Luego ingresan al área de energías renovables. Ahí aprenden sobre la energía eólica, solar e hidráulica.

Muy divertido el espacio del agua. Es para hacer conciencia sobe el cuidado del vital líquido, pero las niñas y niños no observan el letrero con el mensaje, se enfocan en jugar a la pesca. Compiten sanamente en dos grupos. Todos sonríen.

Llega el momento de ver a los dinosaurios. El guía sabe que más de uno va a gritar de emoción y desde la entrada les dice "sin gritar". También está prohibido tocar. Los dinosaurios tienen movimientos y sonidos. Hay fósiles y huevos para tomarse la foto.

Sigue el área de Antropología, Casa Chiapas de las Artesanías y área de Expresiones Artísticas. Las dos primeras son evadidas y la tercera es con alto total. Todos intentan tocar "la cucaracha" en la marimba, siguiendo las notas en el cuaderno del guía.

En la ventana del taller está escrita una frase: "A los 12 años sabía dibujar como Rafael, pero necesité toda una vida para aprender a pintar como un niño" (Pablo Picasso).

En la pared de afuera se lee otra frase, esta vez de Luis Khan, dice : "Una ciudad debe ser un lugar donde un niño caminando por sus calles pueda sentir lo que algún día le gustaría ser".

En el área recreativa de Obras y Comunicaciones, los futuros ingenieros e ingenieras civiles juegan a formar puentes, paredes y caminos.

Y llega el momento de ser marchantes en el area del mercado. Dos aceptan ser cajeros y los demás compradores. En la pared hay una pirámide nutricional que ningún niño mira, todos se dedican a comprar compulsivamente. Nadie cuida de llevar en su carrito de compras la canasta básica. Tienen que combinar carnes, frutas, verduras, cereales lácteos, pero algunos llevan pura carne y panes, nada de verdura.

Mientras los niños y niñas se divierten, entrevistamos al guía Doneth Osorio.

"Son varias áreas recreativas aquí en el Museo de la Niñez, con sus respectivas temáticas, con ellas se fomenta el desarrollo mental, social y emocional de la niñez", dice.

Cuestionado sobre el horario, indica que es de martes a domingo; de martes a viernes de 10 de la mañana a 3:30 de la tarde y sábados y domingos igual de 10 de la mañana a 3:00 de la tarde. La entrada es gratuita, dice, "a excepción de que si traen sus autos, pues se paga 20 pesos de estacionamiento por todo el tiempo que estén".

También tienen costos algunos talleres que se dan en el mismo museo, pero es una cuota mínima de recuperación, aclara Doneth.

Hay talleres de ajedrez, de música, de lectura. La cuota es mínima, aclara. Los niños aprenden y los trabajos que hagan se los llevan a casa", dice.

El museo inició aproximadamente en el 2018, con el nombre de Museo del Niño", estuvo cerrado un tiempo por la pandemia del Covid-19 y se modificó el nombre a Museo de la Niñez.

Doneth tiene carisma y tacto para conectar con los niños y niñas que asisten al museo. "Estamos capacitados y a favor de la niñez chiapaneca", subraya.

El recorrido dura como hora y media, en promedio. A veces un poco más o menos, dependiendo de la disposición del grupo.

Doneth sugiere que se tiene que agendar la visita guiada cuando se trate de grupos grandes. "Hay mucha demanda, por lo que les sugerimos agenden, tenemos nuestra página de Facebook, estamos más activos con todos los contactos, ahí también pueden agendar citas", recalca. Aunque aclara que si llegan visitas no agendadas, igual se les atiende.

En cuanto a los días más concurridos, sea en vacaciones o durante haya clases, los días más concurridos son sábado y domingo.

Doneth anuncia que para estas vacaciones de verano habrá interesantes cursos. Los interesados pueden consultar la información en la página de Facebook del museo.

Llegamos al final del recorrido. Atrás quedaron áreas de deporte, clínica, derechos humanos. Al fondo se observa la pared que dice: Bomberitos de corazón.

Faltan algunos detalles. Próximamente abrirá. A Doneth lo acompañan compañeros y compañeras para tomar fotos. Documentan la visita grupal y la suben a su página. "Ustedes (Jesuit Nezhera) ya están arriba", dice Doneth.

Los niños y niñas del Club de Aventureros salen cansados. Sus padres, aún más. Pero todos coinciden en que valió la pena. Convivieron cómo familia, se divirtieron y aprendieron. El Museo de la Niñez los espera. Visítenlo, no se arrepentirán.