"Chipotín", a través de su fundación, ayuda a las personas más vulnerables.
Entrevistarlo es un privilegio, verlo actuar como payaso es un deleite, pero verlo compartiendo con los que menos tienen es inspirador. El payaso "Chipotín" regala sonrisas a niños hospitalizados desde hace 20 años, Armando Antonio Ozuna Bermúdez, comparte amor y ayuda humanitaria desde hace 5 años cuando surge su fundación.
La entrevista la concede como presidente de la Asociación "Chipotín y sus amigos", afuera del CRIT, frente al Hospital Pediátrico, dos lugares donde hay muchos niños y niñas que cruzan el valle de la aflicción, y sus padres con ellos.
Por eso elige ese lugar para aliviar un poco la pesada cruz de dolor y angustia. Lo hace desde 20 años con risoterapia dentro del Hospital Pediátrico.
Hoy, como cada semana, llevó desayuno para 100 personas. "El desayuno es muy completo, se trae chanfaina de borrego, huevito con chorizo o con jamón, tortas, agua de sabor, arroz y frijol. Aparte se trajo arroz con leche, pan dulce y agua de sabor, todo esto de muy buena calidad", dice y se nos hace agua la boca, pero ya no quedó para nosotros.
— ¿Cómo nace la idea?
— Le doy gracias a mis padres, todavía los tengo, gracias a Dios, mi madre es una persona que le encanta compartir, yo creo que lo traigo en la sangre. Independientemente de eso yo creo que todos hemos pasado por alguna enfermedad y vemos las necesidades. Yo he estado internado en el hospital y a veces estás cuidando a un enfermo y no dejan meter alimentos y aunque tengas el dinero no tienes la posibilidad de comprar, pero yo he visto que a veces llegan a entregar tortas fuera del hospital y son gentes que te caen del cielo, porque no sabes en qué momento justo Dios manda esos ángeles, para mí son ángeles".
Armando voltea a ver a quienes empiezan a levantar la mesa y los trastes. "Yo cuento con ese tipo de personas, como las que tú puedes ver aquí, es un equipo comprometido, ellos cada 7 días vienen, bueno cuando están muy enfermos no vienen, pero mandan a alguien y lo que les corresponde traer.
Son 20 personas, aproximadamente las que apoyan de lleno en la fundación. Hoy llegaron 10 personas, entre ellas la esposa e hijos de Armando Antonio.
"Te digo, son ángeles sin alas, porque a pesar de la situación por la que estamos pasando, económica y en todos los aspectos, hay gente buena, muy muy linda, muy buena y eso es lo que a mí me agrada y me siento muy orgulloso que en la asociación haya este tipo de personas", abunda,.
Aclara que su fundación no tiene ningún tinte ni patrocinio político, menos fines de lucro. "Todo es de manera altruista, las donaciones que recibimos son en especie, no recibimos efectivo. Y si alguien dona algo lo traemos para que la persona lo entregue directamente y a la vez que se involucra no va a quedar con la duda si entregamos o no su ayuda ".
Es honesto al reconocer que le han hecho invitaciones para entrar a la política," lo cual se les agradece, pero no queremos eso. Nos han hecho muchas propuestas para crecer, hay más personas que se han querido involucrar, pero pues vemos que no es por donde vamos y preferimos seguir aunque sea, como dicen, lentos, pero seguros".
Para quienes desean ayudar y no pueden ir los martes de 9 a 11:00 horas, frente al Hospital Pediátrico, los esperan en la avenida Herradura 970 colonia Pedregal San Antonio, en Tuxtla Gutiérrez. También lo pueden contactar en Facebook como Chipotin y sus amigos A. C y por WhatsApp al 9611818662.
Armando Antonio es católico. Su esposa también. Por ello antes de iniciar con el desayuno hacen una oración. Se preocupan y ocupan también de la parte espiritual.
"En nuestra asociación habemos de varias religiones, y todos son bien aceptados, no hacemos ninguna diferencia porque uno sea de otra religión y no católico. Con mi esposa apoyamos en nuestra iglesia, tenemos cargos, nosotros asistimos a la parroquia de la colonia Santa Cruz y nuestra iglesia se llama Jesucristo Rey del Universo, precisamente esta semana son nuestras festividades, yo soy el encargado de las presentaciones ahí, independientemente de que mi esposa colabora".
Explica que se dan tiempo para la parte espiritual durante el desayuno. "Hace ratito se me acercó una señora diciéndome que tiene una niña de 13 años que se ha querido cortar las venas, imagínate qué situación tan difícil. La escuché y canalicé a esta persona con alguien preparado. También tenemos tanatólogos que nos brindan su apoyo sin ningún costo para poder ayudar a esas personas que pierden a un familiar o en este caso que está pasando esta persona esta situación".
Por si fuera poco, agrega que además brindan apoyo de gastos funerarios cuando alguna familia "pierde a su bebé, a su niño aquí en el Hospital (Pediátrico) Trabajo Social nos hace llegar el dato cuando ellos no tienen algún contacto y nosotros tenemos contacto con funerarias para que nos apoyen en ese aspecto de poder apoyar a esas personas que lo necesitan".
Armando Antonio Ozuna no ve fecha de caducidad ni límite a su labor humanitaria. Seguirá. "Yo le digo a Dios que mientras me permita la vida seguiré, yo pasé por situaciones muy difíciles de salud y yo de por sí, siempre he sido entregado en este aspecto de servir al prójimo y yo le prometo a Dios que mientras él me permita estar acá, seguiré. Si ayudaba antes un poquito o mucho, hoy quiero ayudar más, mucho más, sí, porque eso me nace del corazón, no es por querer quedar bien con nadie, esto lo hacemos con mucho cariño, con mucho amor y pues les hacemos esa invitación a las personas que no lo han hecho, lo hagan y créanme que va a ser una experiencia muy muy bonita".
Como cierre de la entrevista, Armando Antonio envía un mensaje a la sociedad: "Yo les diría que si quieren hacer algo diferente a lo que están acostumbrados a hacer, hagan esto. Muchos vemos al compañero con un celular bueno y decimos pues yo me voy a comprar uno mejor, un carro mejor, una ropa mejor. Mejor hagan algo como llevar alimentos afuera de un hospital, y si no quieren ir a un hospital, pueden ayudar a muchas personas que están en su casa postradas, esperando ayuda. Pero si tú no quieres aportar algo material, puedes dar unas palabras de aliento y un abrazo de corazón. Créeme que ésta es una satisfacción muy muy grande que me ha permitido valorar mucho las cosas como ser humano".
Debido a la temporada de frío están haciendo colecta de ropa abrigable como suéteres, guantes, bufandas, cobertores que serán entregados el 20 de diciembre afuera de los hospitales de Tuxtla y el hospital de Las Culturas en San Cristóbal de Las Casas.
Terminan de levantar todo y ya cuando se retiran llega un hombre a pedir ayuda. Es un padre que tiene un hijo en el Hospital Pediátrico. Armando, "Chipotin", lo atiende. Sus acciones altruistas arrancan sonrisas, pero no son payasadas.
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