Estuvo enviando mensajes a una estilista. Ella lo bloqueó, pero teme que el acoso persista, ahora de forma presencial.
Él hizo lo incorrecto: la acosó. Ella hizo lo correcto: lo bloqueó. El es un cliente de una estética unisex. Ella es una estilista. El hombre comenzó a enviarle mensajes acosadores al whatsapp del local. Ella lo bloqueó; sin embargo teme que el acoso persista, ahora de forma presencial, pues él sabe dónde trabaja. Lo responsabiliza públicamente de lo que pueda hacer en su contra.
Las capturas de pantalla de los mensajes enviados por WhatsApp (que no se pueden publicar por las normas comunitarias de Facebook) están en nuestro poder y dan evidencia del acoso que Rafael "N" realizó en contra de una dama de identidad reservada, propietaria de un salón de belleza en Tuxtla Gutiérrez.
La mujer no se quedó de brazos cruzados, bloqueó primeramente al acosador y luego lo evidenció en redes sociales, en su muro de Facebook. Los comentarios vertidos en la publicación dan cuenta de quién es este tipo. Varias mujeres coincidieron con la agraviada que también a ella se los había hecho.
Y aunque el acosador ha sido bloqueado y no puede enviar mensajes de WhatsApp, conoce dónde trabaja la agraviada y ella teme que él pueda repetir el acoso, ahora de forma presencial, o actuar en su contra, por lo tanto hace la denuncia y lo responsabiliza de lo que pudiera hacer en su contra.
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