"Orita vengo", le dijo al agraviado y jamás volvió. La licencia y su palabra no valen nada.
Esta mañana, un padre de familia que llevó a su hijo a la escuela secundaria Ignacio Ramírez Calzada dejó estacionado su automóvil y cuando regresó vio que había sido golpeado por el taxi 3349, que aún se encontraba en el lugar. Le afectó la parte frontal.
El agraviado pidió al taxista que le pagara los daños, éste indicó que no tenía dinero consigo para pagarle al momento, pero que le dejaría en garantía su licencia de chofer y volvería para poder restituir el daño.
Es decir, este taxista anda conduciendo un servicio de transporte público con licencia vencida desde hace 3 años atrás. Si fue deshonesto al mentir en esta ocasión, puede repetir la acción, así que tenga cuidado con este chófer
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