CHIAPAS / Fe que mueve montañas, mueve a peregrinos

Llegaron de todos lados, de todas las edades y estatus sociales y económicos. Las calles de Tuxtla Gutiérrez y la parroquia de Guadalupe lucieron llenas por las y los peregrinos Marianos y Marianas que movidos por el fervor a la Virgen María cumplieron su voto. Tienen fe. Y ésta mueve montañas... Los mueve a ellas y ellos.

Luego de la lectura bíblica, el sacerdote inicia la reflexión diciendo "¿no estoy yo aquí que soy tu madre?" es la pregunta que acompaña a la imagen de la virgen María en muchos lugares y sirve de base para reflexión de esta ocasión, cuando el prelado exhorta a los presentes a no preocuparse. "Nuestra madre nos ama como somos, y está aquí", dice él y "ella puede ayudarnos en nuestras vicisitudes, temores, quebrantos, tristezas, preocupaciones, dolores, enfermedades y afliccione", por eso, dice, no debemos preocuparnos ni desanimarnos, no estamos solos. Ella es piadosa, asegura él.

La misa se realiza en el mercado San Juan, justo frente a la imagen de la virgen rodeada de flores y veladoras. Varios locales de verduras no vendieron este domingo, tampoco lo harán este lunes, pues ese espacio se ocupó para colocar las sillas.

Carlos, Manuel y Cristina tienen su local de verduras aledaño a la imagen de la virgen María. Ellos no trabajaron estos días, tampoco lo hicieron el mes pasado de noviembre, justo antes del Día de Muertos. Su padre falleció hace un mes y hace un año su madre. El dolor embarga a la familia enlutada y hoy no llegaron a la misa, cedieron el espacio, pero el dolor por la herida abierta no cesa.

Otros locatarios tampoco fueron porque no comulgan con la creencia de la virgen; es más se reían y burlaban diciendo que es pérdida de tiempo ir a ese lugar.

Otros, sin embargo, acudieron prestos para el momento de reflexión y salieron consolados con la seguridad de que no están solos y que a alguien le importa lo que les sucede.

En una tienda de la Calle Central y 4a Sur, el hombre que animaba con micrófono invitaba a los peatones a entrar a comprar a la tienda, ponía música de fondo con tema de María. También colocaba audios y vídeos de los peregrinos.

Por momentos hacía bromas por la abundancia de chaquistes y se preguntaba de qué planeta vienen. Las almohadas con la imagen de la virgen impregnada se estaban promocionando a dos por 65 pesos. La tela, también sublimada con la imagen de la virgen morena, se ofrecía en 65 pesos el metro.

Los jóvenes y adolescentes peregrinos que hace días visitaron la parroquia de Guadalupe, llegaron por fin a pie, a su natal Lázaro Cárdenas, municipio de Pueblo Nuevo Solistahtacán.

Atrás quedaron sus gritos de consignas juveniles que a lo lejos parecían ser de los normalistas de la Mactucmactzá. Y más de uno se asustó.

En el recuerdo quedaron sus cantos "Más bella que la rosa, la virgen más hermosa" y sus porras: "Con a, con alegría, con e, con esperanza, con i, con ilusión, con o, con optimismo, con u, con una porra que dice, a la bio a la bao, a la bim bom ba, la virgen María, ra ra ra".

Ellos ya no entonan el canto sonoro. "Desde el cerro de Tepeyac se escucharon muchos cantos, era la virgen morena más hermosa con su manto".

Ellos son de Lázaro Cárdenas, Pueblo Nuevo Solistahuacán y a su casa llegaron por fin. Visitaron la parroquia de Guadalupe en Tuxtla Gutiérrez.

Al llegar a casa, cansados, pero felices, tiran la mochila que llevaron al hombro durante más de cuatro días con sus noches. El un recipiente con agua para el camino está vacío, pero si alma está llena y saciada por haber cumplido su voto.

Quitan de su cabeza el otrora pañuelo blanco, ahora sucio, sudado, con la imagen de la virgen María. También algunos llevarin en sus manos la misma imagen, aquella que hiciera célebre en la noche del grito de independencia el cura Miguel Hidalgo, para convocar a la unidad. Ahora colocan cuidadosamente el cuadro en su mesa.

La virgen morena inspiró su fe, su fervor y viajaron desde Pueblo Nuevo Solistahuacán a Tuxtla Gutiérrez. Un sitio lejano, cruzaron montañas, literalmente.

Como ellos son cientos, miles, los peregrinos que se movilizan a través de la República Mexicana, de Chiapas y distintos municipios. Algunos vienen otros van. Algunos lamentablemente en el trayecto han sufrido accidentes automovilísticos con saldos lamentables, pero aún así no cesa la peregrinación. Su fe y el fervor son más grandes que el temor.

En coordinación con autoridades municipales y estatales se realiza un operativo de seguridad para los peregrinos, desde las carreteras hasta la parroquia de Guadalupe en Tuxtla Gutiérrez. Además se cuenta con seguridad dentro y fuera de las áreas comunes.

El día 12 se reciben las magnas peregrinaciones, entre ellas la de Tuxtla-Villaflores, la cual tiene más de 50 años de peregrinar.

La peregrinación guadalupana proveniente de Villaflores a Tuxtla, en la que los fieles que participan en ella caminan más de 75 kilómetros, además de ser el movimiento peregrino más numeroso de Chiapas, se aproxima a la capital con buen paso y mucha fe. En las primeras horas del 12 de diciembre hace su arribo bajando por la carretera Copoya - Tuxtla. Llega a libramiento Sur y avanza por la carretera a Villaflores (4a Oriente).

Este año, la cifra de peregrinos provenientes de ese municipio oscila entre los tres mil y cinco mil personas.

La historia de la Virgen de Guadalupe comienza en 1531, apenas unos años después de que los conquistadores españoles tomaron el control de Tenochtitlán, que entonces era el centro del Imperio Azteca y hoy es la Ciudad de México.

Un joven indígena llamado Juan Diego afirmó que la Virgen María lo visitó y le habló en náhuatl, su lengua nativa. La virgen le pidió que le construyera un santuario en la ladera de la colina, pero cuando le comentaron esto al obispo, él no lo creyó.

La virgen volvió a aparecer y le dijo a Juan Diego que recogiera rosas. Cuando el joven retiró las rosas de su capa, o tilma, frente al obispo, pudo verse una impresión de su imagen en la tela. La tilma hoy cuelga del púlpito de la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en la Ciudad de México.

Aunque se cree que su aparición provocó una ola de conversiones y ayudó a los colonizadores españoles a conquistar la religión de México, es posible que algunas tradiciones aztecas hayan perdurado bajo el disfraz de la virgen. "Los pueblos indígenas parecían ser fervientes adeptos de la religiosidad católica, pero practicaban una doble religión, ocultando sus dioses y festividades detrás de nuevas fiestas e imágenes", sostiene la antropóloga Renée de la Torre, profesora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social.

Por ejemplo, la colina donde se dice que apareció la virgen había sido anteriormente un lugar para adorar a la diosa azteca Tonantzin, y la virgen todavía se conoce con ese nombre, que significa Madre Tierra en el idioma indígena náhuatl. Debajo de ese sitio, en el patio de la basílica, se presentan grupos de bailarines de todo el país antes y durante la fiesta. Su música, disfraces y movimientos imitan los estilos aztecas.

En todo México, se movilizan más de 10 millones de peregrinos. Tienen fe. Y ésta mueve montañas... Los mueve a ellas y ellos.