La FGE logró que le den 39 años de prisión. A ver si ahí sigue sonriendo.
Es tan malvado como el mismo originador del mal y como la serpiente logró engañar y mantener callada a su víctima. Supo mantenerla callada de tal manera que no denunciara la violación de que la hizo objeto desde los 8 años de edad hasta los 14. El agresor es un familiar muy cercano a la víctima. Por fin se descubrió el ilícito y el violador fue detenido. Sin embargo su maldad alcanza límites insospechados que al ser detenido y fotografiado se atrevió a sonreír, como burlándose de la justicia. Seguramente no sabe lo que le espera en la cárcel. A ver si ahí sigue sonriendo. De inicio la FGE logró que lo condenen a 30 años de prisión.
La niña de ocho años de edad, de identidad resguardada, vivía en el municipio de Tonalá, Chiapas. El agresor vivía en el mismo domicilio y fue fácil aprovechar los momentos de soledad y vulnerabilidad de la víctima. Le impuso la cópula repetidas veces durante seis años consecutivos, desde la edad de 08 a los 14 años.
La última vez que realizó tal acción fue el 11 de septiembre del año 2020, cuando por fin se descubrió el ilícito. Y el pederasta fue detenido. Hoy el juez lo condenó a 30 años de prisión, que seguro serán una eternidad porque ahí le darán una sopa de su propio chocolate. Además pagará multa de mil salario y la reparación del daños.
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