Son las famosas cabañuelas. Y no son cuento de viejitos, dicen.
Javier, de 77 años de edad, le enseñó a sus hijos y a sus nietos el fenómeno de las cabañuelas, "pintas" le llaman los ancianos. Así, el uno de enero pinta cómo va a ser el mes de enero. El 2 de enero, pinta como será febrero. El 3 pinta como será en marzo y el 4, este miércoles, está pintando cómo será el mes de abril. Para mañana 5 será el adelanto de cómo estará el clima en mayo y así sucesivamente cada día de los primeros 12 días del mes de enero dará a conocer el estado climático de cada mes del año.
"¿Será cierto tú Lupe?", dice Enriqueta, "pero ayer no hubo lluvias ni sol como dicen que es marzo loco". "No pues, pero así va a estar marzo", contesta Guadalupe. Son las cabañuelas.
La explicación para entender las cabañuelas está relacionada con los días, así el día uno es enero, el día dos febrero y así sucesivamente hasta llegar al día doce, el día trece se inicia en diciembre, el día catorce noviembre, el día quince octubre, es decir, se retrocede hasta el día 24, el día 25 comienza a contarse de dos en dos, por ejemplo, el día 25 de enero correspondería a enero y febrero, el día 26 a marzo y abril, hasta llegar al día 30, el día 31 cada dos horas se cambia de mes en el transcurso del día.
Se dice que las cabañuelas servían a los antepasados a adelantar o retrasar la época de siembra que con frecuencia inicia el día 13 de junio.
Todo este ciclo de la agricultura lo regía el agua, por ese motivo los agricultores observaban el tiempo y quizás compartían entre ellos los pronósticos del clima que el mes de enero les dictaba.
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