Eddi violó a su cuñada de 12 años cada madrugada, durante un mes, cuando iban al molino. El culpable ya está en "El Amate".
La niña no para de llorar. El dolor físico va desapareciendo cada poco, pero la herida emocional sigue abierta. No puede entender cómo existe tanta maldad y cómo alguien cercano a ella pudo hacerle tanto daño. El culpable de pederastia agravada ya fue detenido recluido en "El Amate". La niña recibirá apoyo psicológico, pero quizá ni el tiempo logre curar el dolor infligido por la violación reiterada de que fue objeto.
El hombre es tan torpe que ni siquiera sabe escribir bien su nombre, pero para cometer su fechoría tramó un malévolo plan. Durante las noches maquinaba la forma de ultrajar a la adolescente de iniciales Y. C. M, su cuñada.
Eddi espero paciente el momento de actuar, y el momento llegó. La mamá de la niña, cuñada de Eddi, enfermó. Ella vende tamales en Cintalapa, para subsistir. Cada mañana, la mamá llega a moler el nixtamal al molino para alistar la masa y preparar sus tamales. A causa de su enfermedad, fue la niña de 12 años de edad la comisionada para esta labor.
Había que madrugar para moler el nixtamal en el molino del pueblo. La niña debía ir sola. Eran las 4:00 de la mañana, su hermanita menor no podía ir, pues también implicaba riesgo para ambas, así que Eddi, el cuñado, se ofreció amablemente a acompañarla.
Recién había pasado el día 14 de febrero, Día del amor y la amistad. Llegaron al molino y no había nadie aún, así que en ese lugar, amparado por la oscuridad de la noche, Eddi colocó a la niña contra la pared, con una mano le tapó la boca y con la otra le quitó la ropa interior. Amenazó con matarla a ella y a su familia si decía algo o si oponía resistencia.
Salvajemente Eddi violó y desvirginó a la niña de tan solo 12 años de edad. Ella lloraba de dolor, gritaba pero nadie oía sus gritos de auxilio.
Tras consumar la cópula, Eddi maldijo a la niña y la volvió a amenazar. Regresaron con la masa y la agresión sexual se repitió día tras día, cada madrugada, y la víctima no decía nada por temor a que Eddi cumpliera su amenaza.
Así llegó su cumpleaños 13, el pasado 6 de marzo. No hubo pasteles, no hubo fiesta, no hubo comida especial, y su mañanita fue la violación que una vez más Eddi perpetró en su agravio.
La niña comenzó a enfermar y enfermar y no decía nada. Por fin su madre se enteró de la violación reiterada de que era objeto su hija, cuando la niña se puso muy grave. Estaba enferma del cuerpo por tantas violaciones continuas, pero también del alma. Estaba triste, ya no quería comer.
A mediados de marzo se descubrió el ilícito. La mamá de la víctima presentó la denuncia ante la Fiscalía, se liberó la orden de aprehensión y Eddi finalmente fue detenido, recluido en "El Amate". Allí se le aplicará la Ley del Talión: ojo por ojo y diente por diente.
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