TUXTLA / De víctima a verdugo del SMAPA

Argumentaba haber sido víctima de robo del medidor y que el cobro era "injusto". Pero el hábil funcionario le dio la vuelta.

La mujer llegó buscando apoyo a la oficina del SMAPA. Argumentaba haber sido víctima de robo del medidor y que el cobro era "injusto". Pero el hábil funcionario le dio la vuelta. La mujer quedó como verdugo y el organismo operador como víctima.

La mujer dirige sus pasos a la ventanilla de aclaraciones. "¿Cuánto sale un medidor?", pregunta. La respuesta del trabajador del Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarillado es "702 pesos, de contado".

— ¿Y lo conectan?

— Sí claro, por 110 pesos. Este cobro se refleja en su recibo al mes siguiente de la instalación.

La mujer se queda pensativa. Mira al funcionario que se ve cansado, ya casi concluye su jornada. Pero espera paciente.

— Oiga es que me robaron mi medidor... Se me hace injusto el cobro mensual.

—Permítame su recibo.

La mujer entrega su recibo y aclara que no es reciente. "No importa, es para ver el número de cuenta", repone el trabajador.

Revisa el historial de consumo y le suelta a quemarropa:

— No tiene usted medidor desde 2016. En 7 años no lo ha usted comprado. Le estamos cobrando 16 metros cúbicos. Un favor le estamos haciendo.

—¡No, cómo creen! No consumimos eso, si somos sólo mi mamá y yo.

El hombre mira a la mujer que agacha la mirada.

—¿Renta usted?

—No claro que no, es propia.

Y el funcionario le voltea la pantalla de la computadora para que la mujer vea por si misma el historial. La mujer se turba.

— Usted tiene el contrato desde 1994. Su consumo desde entonces hasta el 2016 ha sido muy alto. Arriba de 28 metros. Ya sin medidor su cobro es de 16 metros, pero en realidad usted consume más. Y todavía quiere descuento?

La mujer se agacha apenada.

—Debe haber un error. Es mucho. - Dice.

Ha sido descubierta. Pero el funcionario no le recrimina, le aconseja y ayuda.

— Vaya a la oficina de 18 Sur Oriente, ahí le harán el cobro de su medidor en dos pagos, aunque debe ser de contado.

La mujer ya no tiene argumentos. Llegó en calidad de víctima y salió como verdugo. Le ha estado pagando al SMAPA menos del consumo real, durante siete años.