Urgen ocho unidades para que operen a la paciente atropellada. La agraviada y su familia exigen justicia.
"Lo mío no es suerte, es bendición", dice en la parte de la carrocería de su auto con el cual atropelló a una joven motociclista en la entrada de la colonia Patria Nueva. "Quedó libre", dicen familiares y la lesionada, y esto no fue suerte ni bendición. No hubo justicia. Mientras tanto la agraviada espera la ayuda de donadores. Requiere 8 unidades para ser intervenida quirúrgicamente.
Vanessa fue atropellada en la calle Roble Poniente de la colonia Patria Nueva, por la unidad marca Nissan tipo Redilas. Fue llevada muy delicada al hospital Gilberto Gómez Maza. El culpable fue detenido por un valiente peatón y entregado a Tránsito Municipal.
Vanessa se encuentra grave, luchando por su vida. Se requiere del apoyo de donadores de sangre. Le piden ocho unidades para ser intervenida quirúrgicamente y sin embargo no lo ha conseguido. Por ello se reitera el pedido de ayuda a la ciudadanía, para que puedan apoyar a Vanessa.
Lo más complicado para ella es saber que el culpable de su estado actual anda libre, según le dijeron sus familiares, y no entienden por qué. Sólo uno de varios testigos compareció, los otros desistieron por temor. "Quizá los amenazó el culpable", dicen.
"Supuestamente la autoridad consideró que no hay pruebas suficientes para detenerlo", dicen. Por ello Vanessa y su familia piden primeramente la ayuda para obtener donadores de sangre y segundo la intervención de las autoridades para que actúen con apego a derecho y apliquen justicia.
Con voz débil, Vanessa nos cuenta lo ocurrido el pasado viernes, por la tarde. Fue de compras a plaza Ámbar con su hermana. Al regreso su hermana tomó un taxi, y Vanessa se fue sola en la moto, pues su hermana iría a otra tienda a comprar varias cosas.
Faltando poco para llegar a su casa en la colonia Patria Nueva, la motociclista vio que había un auto estacionado en sentido contrario. "Nunca vi si había alguien adentro y menos pensé que fuera a salir el auto que avanzó a toda velocidad y me impactó, me derribó, se detuvo un momento y luego me remató. Me pasó la llanta delantera en el cráneo, eso es intento de H0m1c1di0", dice ella. Su rostro sigue lastimado.
Además presenta fractura de cadera, de piernas, tobillo y muñeca. "Estoy grave, no tengo movilidad, los dolores son fuertes, no aguanto, cada vez estoy más débil", dice ella. "Los doctores no me pueden operar porque se requieren ocho unidades. Hoy llegaron algunos donadores voluntarios, lamentablemente sólo uno de ocho fue aceptado", agrega, por ello se reitera el llamado para apoyar a Vanesa.
Y claro, ella pide justicia porque el culpable está libre y ni siquiera se hizo responsable de los gastos. Ella paga renta y no sabe cuánto tiempo estará incapacitada. ¿Y quién velará por sus hijos?
La preocupación de Vanessa aumenta al saber que este individuo ahora anda queriendo hacer lo mismo con su familia. Según le contó uno de sus parientes, este cafre trató de atropellar a uno de sus familiares, ayer. "No sé quién sea o qué se traiga, yo no lo conozco, no le hemos hecho nada, pero esto tiene qué atenderse por las autoridades", dice ella al reiterar su clamor de justicia. Que el culpable pague los daños materiales y las lesiones provocadas y que deje en paz a su familia, exige.
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