TUXTLA / Chófer vence al ego... Y enciende el clima del colectivo 5304

Podría no encenderlo, pues le genera mayor consumo de combustible. Pero él piensa en el pasajero antes que en sí mismo.

"¡Ah que rico! Ni ganas de bajarse da", exclama Humberto al abordar el colectivo con número económico 5304, uno de los pocos que en Tuxtla Gutiérrez tienen aire acondicionado. Es un acierto del patrón, pero también se reconoce al chofer que podría no encenderlo, pues le genera mayor consumo de combustible. Pero él piensa en el pasajero antes que en sí mismo. Y el pasajero lo reconoce. Humberto es uno de ellos.

El egoísmo es parte inherente de la naturaleza humana. Todos buscan su beneficio, primeramente, antes que el de los demás. Por ello, el amor es plausible, loable. Por ello marca diferencia quien piensa en los demás antes que en sí mismo. Y el chofer, cuyo nombre se ignora, es un héroe sin capas: Ha vencido al egoísmo, a la maldad, al yo.

El colectivo número 5304 tiene instalado aire acondicionado. Fue decisión del concesionario, pero depende del chofer si se enciende o no. Pues el consumo de combustible es mayor. Y mayor la presión para sacar la cuenta del patrón y llenar el tanque de combustible de la unidad.

Humberto lo sabe y aun a sabiendas de esto, lo enciende y le pone la máxima capacidad de enfriamiento para que los pasajeros vayan cómodos.

Algunos usuarios, como Humberto, lo reconocen y agradecen. Otros creen que es su obligación y les da lo mismo. En este tiempo de calor para el usuario de Tuxtla Gutiérrez es un deleite subir a la unidad 5304.

"Sí, es un buen detalle, yo espero a esta unidad. Dejo que pasen otras, pues es muy grato viajar con aire acondicionado", dice Maricela, quien cada día toma esta ruta para ir al trabajo y regresar a casa.

Mientras otros se enfocan en el pleito que se traen la Ruta 53 y 52, Humberto y Maricela se enfocan en reconocer el acierto del patrón y el chofer de la unidad 5304.

Pronto comenzarán las lluvias, habrá menos calor. Quizás el chofer del colectivo ya no encienda el clima o quizás lo siga haciendo. Es que no es cuestión de climas, es cuestión de principios, de valores, de esa parte inherente de la naturaleza humana. Y Humberto la tiene bien definida. Ha vencido el egoísmo y a la maldad.