No había recursos para inhumar al niño Ulises. La familia lo abandonó. Vecinos no lograban reunir lo necesario. Por fin fue inhumado.
El día amaneció nublado, como si fuera un acto solidario por la tristeza que embargaba a los vecinos y al ambiente lúgubre que reinaba afuera y dentro de la casa donde el pequeño Ulises era velado. Urgían recursos para que el pequeño fuera inhumado. De lo contrario su cuerpecito iría a la fosa común. Los vecinos hicieron hasta lo imposible para reunir el recurso.
Sobre la avenida Primero de Octubre Manzana 22, Lote cuatro de la colonia Lindavista Shanká fue cerrado el paso vehicular. Una pequeña carpa y 18 sillas estaban sobre la vía. Es la funeraria Cabrera quien humanitariamente brindó los servicios funerarios sin cobrar un solo peso para el humilde velorio.
De las 18 sillas solamente dos estaban ocupadas. Las demás lucían vacías. No había mucha concurrencia. Dentro de la casa tampoco. Solamente cuatro personas. Tres sentadas y un hombre de pie. Se observaban pocas flores. Eso sí, todas de color blanco.
En la cabecera del ataúd había dos veladoras más, también encendidas.
Un crucifijo color plata colocado atrás del ataúd blanco contrastaba con la luz del día que empezaba a entrar por la ventana, cruzando la cortina color blanco.
A un lado estaban dos imágenes de la Virgen de Guadalupe, con una veladora y dos sirios encendidos a un lado. Silencio sepulcral, adentro y afuera. Los pocos presentes dialogaban poco. Aunque era inevitable platicar del terrible desenlace que tuvo el pequeño Ulises por la forma atroz en que le fue segada la vida, ahora el tema de conversación era la falta de recursos.
Los vecinos querían, deseaban de todo corazón apoyar, pero la mayoría son de escasos recursos. No tienen el suficiente dinero para juntar lo necesario y conseguir un lugar donde inhumar al pequeño. La familia no estaba respondiendo. Algunos ni siquiera estaban presentes. Y los que estaban presencialmente, no querían o no podían hacerse cargo.
Por ello es que amablemente recurrieron a la gente de buen corazón y hubo respuesta. Fluyeron los recursos y con cada "granito de arena" fue posible reunir el recurso y el pequeño Ulises fue sepultado este lunes a las 15:30 horas en el panteón Jardín San Marcos. Descanse en paz.
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