El dueño quiso comprar el silencio de la familia para que no denunciara ante la FGE. Al no acceder, los amenazó, dicen.
Ella sólo quería rehabilitarse. Kathie Monserrat es una joven de 18 años que ingresó al Centro de Rehabilitación Fe, Esperanza, Paz y Amor de Tuxtla Gutiérrez. Salió peor: Con una tremenda golpiza que pone en riesgo su embarazo de cuatro meses y un trauma psicológico. La agraviada ya presentó su denuncia respectiva ante la Fiscalía General del Estado.
Kathie Monserrat ingresó hace dos meses y 14 días al centro de rehabilitación citado ubicado en la colonia Bosques del Sur de la capital chiapaneca. Por razones desconocidas "fue agredida en un dormitorio donde se produjo la agresión, aún sabiendo que tenía cuatro meses y medio de embarazo", aseguran los familiares.
"Ellos ya sabían, pues al tener la sospecha del embarazo le hicieron una prueba y salió positiva", explicaron las quejosas.
Los familiares se percataron de la agresión al día siguiente, domingo 14 de mayo, cuando fueron de visita y observaron los golpes en el cuerpo de la joven, por lo cual decidieron retirarla inmediatamente.
"Encaramos al agresor y luego fuimos a la Fiscalía a levantar la denuncia. El dueño de esta clínica, al enterarse de esta demanda, quiso negociar económicamente, pero los familiares no aceptamos. Ahora ellos están solapando al agresor", indicaron.
Lamentaron la agresión en contra de la joven, pero más la alevosía y ventaja con que actuó el agresor, ya que tenía conocimiento del embarazo y aún así agredió a la joven, sin importarle que con ello Monserrat pudiera abortar.
Los familiares de Monserrat indicaron que realizaban un pago mensual de 4000 pesos. Y a cambio le daban malos tratos y agresiones a la interna.
"Si algo llegara a sucedernos a nosotros o a Monserrat, hacemos responsables a estas personas del Centro de Rehabilitación Fe Esperanza, Paz y Amor. El Registro de Atención se inició en la Fiscalía General del Estado por la posible comisión de hechos delictuosos, por el delito de lesiones y amenazas. Lesiones en agravio de Katie Montserrat "N" y amenazas en agravio de ella, su madre y su hermana.
Y es que al no aceptar negociar, "el dueño nos amedrentó diciendo que nos cuidáramos porque nos puede ir mal", concluyeron las quejosas.
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