TUXTLA / "Por eso no damos servicios a personas discapacitadas": Repartidor

Le pagarían extra por subir dos pisos y entregar una pizza a alguien que no puede caminar, aceptó, pero a la hora incumplió. "Estas personitas nos retrasan", dijo.

"Por eso no damos servicios a personas discapacitadas, porque nos retrasan. Nosotros manejamos tiempos", dice el mensaje enviado vía WhatsApp como respuesta a la persona que le reclamaba, con justa razón.

Un joven pidió un servicio de mandaditos para entrega de una pizza a una persona que vive en un edificio y por su discapacidad no podía bajar a recibir el producto. Le pagarían al repartidor y después que éste aceptó dar el servicio, lo hizo incompleto.

Saúl "N" es un joven que vive en uno de los departamentos del segundo piso en el edificio Orión de la Colonia Rinconada del Sol, en Tuxtla Gutiérrez.

Ayer, su hermano encargó una pizza a través del servicio de Mandaditos. El repartidor aceptó hacer la entrega. Se le hizo la aclaración que la persona que la recibiría no podía esperarlo abajo, que se encontraba en el segundo piso y que le pagarían 30 pesos adicionales por subir 14 escalones al departamento del segundo piso.

El repartidor dijo que "con todo gusto" lo haría. Sin embargo, hoy en la mañana Saúl le dijo a su hermano lo ocurrido. Cuando el repartidor llegó indicó que Saúl tenía que bajar por la pizza al lobby, pero era imposible. Saúl tiene varios clavos que le impiden caminar y mucho menos bajar gradas.

El repartidor dejó la pizza en el lobby, así que Saúl tuvo que pedir de favor y pagar para que alguien le llevara su pedido a su departamento.

"Esto me molestó mucho porque trataron así a mi hermano. Se les iba a pagar 30 pesos adicionales por subir las gradas y ellos aceptaron, sin embargo fueron inconscientes, irresponsables e incumplidos".

La respuesta del repartidor fue: "mire, con mucho respeto. Ayer fue un día muy movido y subir a dejarle la pizza al segundo piso a su hermano nos quitaría mucho tiempo, por eso no cubrimos servicios a personas discapacitadas para evitar estos problemas.".

El hermano de Saúl no podía creer lo que escuchaba. Les dijo que esto es acto discriminatorio contra las personas con discapacidad. Como despedida y respuesta, el repartidor le dijo: "Lo siento, amigo, pero trabajamos por tiempos y estas personas (discapacitadas) nos atrasan".