Choferes y usuarios de las rutas 8 y 9 le piden a la familia de esta mujer la acompañen o limpien cuando vaya a viajar. Se hace en su ropa, aseguran.
Una mujer de la tercera edad no puede contener sus esfínteres y está siendo discriminada en el transporte público. Por el bien de todos, los choferes y usuarios de las rutas 8 y 9 le piden a la familia de esta mujer la acompañen cuando vaya a viajar, pues por su condición anti higiénica ya no le están permitiendo subirse a las unidades.
La mujer de menuda figura observa desconcertada y apenada. Parada sobre la acera espera el momento de abordar el colectivo de la Ruta 8 ó 9, pero ninguna aparentemente le toca salir. Y no aborda.
Con mucho sacrificio tomó una unidad para llegar al centro, ahora debe regresar a su casa. Aparentemente vive en la Colonia Canteras y cada día viaja al centro. Nadie sabe si a comprar, a vender algo o a mendigar, pero viaja sola. El detalle, dicen los usuarios, es que la señora siempre anda oliendo a pipí o a popó. Es obvio, dicen, que se hace en su ropa. Ya no puede controlar sus esfínteres.
Los choferes confirman esta situación y aseguran que "a veces estando a bordo se ha hecho del uno o del dos y eso es molesto para los usuarios que ya no quieren viajar y está causando pérdidas" a los choferes, aseguran.
"La verdad es que no le queremos negar el servicio, pero nos está causando problemas. Y por el bien de todos le pedimos a la familia de esta mujer que la acompañen, que la cambien antes de que salga para que no provoque esta situación de malestar", concluyeron.
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