Felipe Hernández Vázquez prefiere que el inmueble sirva para corral de ganado, en vez de permitir que productores de cacao la usen.
Resulta difícil creerlo, pero es la realidad: El edil de Ostuacán, Felipe Hernández Vázquez, prefiere que el inmueble de la chocolatera siga abandonado y usado para corral de ganados, en vez de permitir que productores de cacao reactiven la empresa truncada. "Está frenando un proyecto que puede catapultar la economía del lugar,", dicen los quejosos.
El inmueble se encuentra en Nuevo Juan del Grijalva, municipio de Ostuacán. Luce totalmente abandonado. El color verde de la pintura en sus paredes está deteriorado por el sol y la lluvia. Se confunde entre la verde vegetación que lo rodea.
Lleva así poco más de 12 años. Prácticamente no funcionó desde que el Gobierno lo entregó. Dicen los productores de cacao que el Gobierno entregó dicho inmueble totalmente equipado. Y junto con la chocolatera hizo entrega de otros inmuebles que también se encuentran en total abandono o dándole un uso diferente del proyectado originalmente.
Lo cierto es que no ha habido beneficio alguno para la comunidad con estos proyectos, indicaron los denunciantes, que se han acercado en reiteradas ocasiones con el presidente municipal de Ostuacán. Y la respuesta durante 10 meses ha sido la misma: "Denos chance y en estos días les mando un mensaje". "A veces el alcalde nos recibe con malos tratos. Se le olvida que gracias a la gente llegó a ese puesto que tiene. Queremos que esto llegue a oídos del gobierno estatal o federal. Pues nosotros no estamos exigiendo ni dinero ni otra cosa, sólo que nos permitan el inmueble para reactivar la economía y empezar a trabajar como fue el propósito original".
Indicaron que ellos son gente de trabajo, pero que no les han dado la oportunidad de hacer lo que mejor saben hacer. "Al parecer al presidente municipal le importan más los ganados que los productores de cacao. Ahí meten cerdos y vacas propiedad de una señora que vive cerca del inmueble. No se vale". Indicaron.
Finalmente pidieron al gobierno municipal, estatal y federal una oportunidad de poder mostrar la experiencia y el deseo con que cuentan. Están seguros, dicen, que podrán hacer de la chocolatera un éxito, siempre y cuando les den la oportunidad y el apoyo requerido.
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