TUXTLA Sayda olvida todo, menos su nombre

La mujer de la tercera edad se desorienta con frecuencia. Se cree que esté padeciendo demencia senil o inicios de alzheimer.

Sentada en la orilla de la jardinera del Parque Central, junto a la cruz de la catedral San Marcos, Sayda sonríe y dialoga con una dama que notó su desorientación y soledad. Al final recibió el apoyo por parte de la Policía Municipal que la llevó a su domicilio. Esta historia se repite cada día. Alguien debe intervenir para evitar que la mujer de la tercera edad sufra algún accidente. 

Sayda Santiago Hernández, dice llamarse la mujer de la tercera edad que sonríe en todo tiempo. Asegura vivir sola, pero quienes la conocen afirman que tiene un pariente discapacitado en el domicilio que se ubica en el barrio San Francisco de Tuxtla Gutiérrez. 

La mujer sale cada día a las calles. Algunos dicen que sale a pedir y piden que el gobierno lo apoye con el programa del Bienestar. Otros aseguran que tiene dicho apoyo y que incluso tiene familiares que lo cobran. 

Entre dimes y diretes Sayda sigue extraviándose cada día en las calles de Tuxtla. Algunas veces es cercano a su domicilio a cuatro o cinco cuadras, como es el caso de la Décima Sur y Segunda Oriente junto al hospital Rafael Pascacio Gamboa. Otras veces es más lejano, como en este caso hasta en el parque central, a veces la han encontrado en el 5 de Mayo. 

El riesgo es que mientras camina y se desorienta Sayda pueda sufrir algún accidente. Por su condición se cree que esté padeciendo demencia senil o inicios de alzheimer. Olvida con frecuencia dónde vive y dónde se encuentra, y qué anda haciendo. Lo que nunca olvida es su nombre, también sobre su edad pierde la noción. 

Esta mañana, mientras Lupita, la mujer que detectó su desorientación, estuvo dialogando con ella, le preguntó su edad. Primero Sayda dijo 98 años, luego aseguró que tiene 180 años. En ambos casos el dato no fue correcto, ella representa unos 76 años de edad. 

La sugerencia es que el DIF intervenga para proteger a doña Sayda y que una trabajadora social de dicha dependencia vaya a realizar el estudio socioeconómico respectivo, para determinar lo conducente. 

Por lo pronto recibió el apoyo de la Policía Municipal que la llevó a su domicilio. Fue un tanto complicado porque eran elementos masculinos y en esos casos lo que procede es que vaya un elemento femenino. Así ha ocurrido en días anteriores cuando la policía estatal también ha brindado el apoyo. Esta vez se hizo una excepción dada las circunstancias.