Roberto Reynoso, chiapaneco que escaló el Tacaná, luego el Pico de Orizaba, ahora ha puesto sus ojos en una cumbre más alta. Es disciplinado y podría lograrlo. La vida es como escalar una montaña: hay riesgos y desafíos; muchos aceptan la invitación, otros la rehuyen. Si tú quieres también puedes llegar a la cumbre; en la cima siempre hay un lugar para alguien y ese puedes ser tú.
Este 29 de mayo algunos amantes de la escalada y el montañismo festejaron en las alturas. Se celebró el Día Internacional del Everest, para conmemorar la hazaña del primer ascenso por el montañista neozelandés Edmund Hillary y el sherpa Tenzing Norgary a la cima de la montaña más alta del mundo en el año 1953.
Roberto es dirigente de una iglesia y compara la lucha del cristiano como escalar una montaña muy alta. En el aspecto espiritual él ha tenido, como todo ser humano, tropiezos y caídas, pero se ha levantado. "Es muy similar el esfuerzo que hay que hacer para alcanzar la patria celestial", la montaña más alta que el Everest, dice.
Reynoso Jiménez se preparó a conciencia. Cada día corría 10 kilómetros. Buscaba lugares con mucha altura como San Cristóbal de Las Casas. Escaló el volcán Tacaná. Todo con miras a escalar el Pico de Orizaba.
El Citlaltépetl (en náhuatl Monte de la Estrella’) es el único volcán del mundo que tiene lava congelada en su interior, es la montaña más alta de México, el volcán más alto de Norteamérica con una altitud de 5 mil 747msnm, la tercera montaña más alta de América del Norte y la séptima montaña más prominente del mundo, por lo que también es el segundo volcán más prominente de la tierra después del Monte Kilimanjaro en África.
Roberto Reynoso Jiménez no pudo resistir el llamado y acompañado de su padre Roberto Reynoso Meyer, comenzó el ascenso el 24 de febrero. Estaba previsto que en siete horas estaría entonando el canto de victoria, el himno de las alturas. No fue así. El padre se quedó en la falda. Roberto logró llegar cerca del glaciar, a 15 minutos; a dos horas de la cima. Pero un compañero se lesionó y descendieron. Un mes después logró la hazaña.
El secreto del éxito no está en no caer, sino en no permanece caídos. La cumbre sigue ahí, esperando por aquellos valientes que quieran saciar su sed de altura, que quieran entonar la canción de la cumbre.
Canción de la cumbre
Canción de la cumbre cargada de cielo. Canción de la cumbre serena y hermosa. Canción de la cumbre con ansias de vuelo. Canción traspasada de luz milagrosa.
Canción de la cumbre la escuchen los hombres, y vivan la vida cargados de cielo. Llevando en el alma con cada alborada, un ansia infinita de altura y de vuelo.
Francisco Estrello
El monte Everest se encuentra ubicado en la cordillera Himalaya, en la frontera entre Nepal y China. Posee una altura de 8848 metros sobre el nivel del mar y es la montaña más alta del mundo.
El monte Everest atrae a muchos alpinistas de todo el mundo, la mayoría de ellos alpinistas profesionales. Existen dos vías principales para llegar a la cima: el sureste de Nepal y el norte en el Tíbet.
En el primer ascenso al Everest efectuado por Edmund Hilary y Tenzing Norgay iban acompañados por un equipo conformado por 12 escaladores, 40 guías sherpas y 700 porteadores. Además, la expedición cargó con siete toneladas de materiales.
El gasto estimado por persona para escalar la cima de la montaña oscila entre los 35.000 y 90.000 euros. El permiso para subir el Everest cuesta 10.000 euros.
La alpinista japonesa Junko Tabei fue la primera mujer en alcanzar la cima del Monte Everest y las Siete Cumbres, en el año 1975.
El sherpa Pemba Dorje obtuvo el récord de ascenso en menor tiempo, en el año 2004. Tardó 8 horas y 10 minutos. El italiano Reinhold Messner y el austríaco Peter Habeler escalaron la montaña en 1978, sin botellas de oxígeno.
El monte Everest constituía un verdadero desafío para la humanidad después de 32 años de intentos y la pérdida de 13 vidas, trece expediciones fracasaron y se declararon vencidas por las aterradoras dificultades de la cima más alta del mundo.
¿Y por qué hay quienes se aventuran a sufrir tantos peligros para escalar una montaña como el Everest? ¿por qué algunos pagan tan elevada cantidad para tener ese permiso? ¿por que otros han pasado sobre los cadáveres de quienes cayeron para recoger el guante y aceptar el reto? Después de su hazaña, Hillary dijo "subimos porque nadie lo había hecho antes, había que escalarla".
Siempre que haya un desafío habrá alguien dispuesto a aceptarlo y esta vez fue Edmund Hillary. Cuando alguien escala hasta llegar a la cima busca algo más que satisfacción del triunfo, más que la emoción del peligro, más que el escalofrío del riesgo, busca algo dentro de sí.
30 años después de su hazaña, Edmund Hillary dijo "creo que en la vida todos luchamos contra una montaña como el Everest, y que la clave para lograr el éxito es muy semejante en ambos casos".
Así es en la vida, hay una cumbre que todos debemos alcanzar, es la cumbre de la vida.
En su libro "Un Sitio en la cumbre", Felix Cortés dice que "todos anhelamos alcanzar una cima, todos queremos entonar la canción de la cumbre; es obvio que no todos lo decimos, algunos no lo expresan así pero proclaman a gritos su amargura en la vida y su lucha desesperada para seguir batallando hacia adelante. Todos deseamos ser más de lo que somos, hacer más de lo que hacemos y tener más de lo que tenemos, ¿por qué entonces tampoco alcanzan el éxito?
A veces equivocamos la cumbre de nuestra vida. Llamamos éxito a lo que no lo es, ignoramos que el éxito es muchas cosas y por lo tanto no es lo mismo para todos. Muchos buscan el éxito por comparación con el que han alcanzado sus padres, sus hermanos o sus amigos. A veces nos ocurre con la búsqueda del éxito lo que nos ocurre con la búsqueda de la felicidad, no sabemos lo que es y con frecuencia la buscamos donde no se puede hallar.
Hoy es momento de fijarse una cumbre, una meta, un objetivo, puede ser que no sea muy alta, pero será tu cumbre y valdrá la pena escalar cada paso rumbo a la cima, tu cima... tú también puedes llegar.
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