Invitados por los bomberos y acompañados de sus padres, niñas y niños formaron esferas de lodo impregnadas con semillas que posteriormente serán lanzadas desde el aire.
"¿A qué hora es la reunión mamá?", pregunta el niño. "A las 10, mi amor, estamos llegando a tiempo", dice la madre. Los niños apresuran sus pasos para llegar lo más pronto al interior de la Estación Poniente del Heroico Cuerpo de Bomberos en Tuxtla Gutiérrez. Sus manos infantiles minutos después prepararán las bombas de semillas. Son bombas para crear vida... reforestar. A diferencia de ellos, al otro lado del mundo, manos homicidas crean bombas de destrucción masiva. Hoy se busca sembrar la semilla de la conciencia en nuevas generaciones. "Todos somos una semilla", dice el capitán José Antonio Camacho Portillo, presidente de la asociación civil que lleva el mismo nombre.
Nancy, la bombera, está caracterizada como Blanca Nieves. Es una de las afortunadas en subir a la aeronave del capitán José Antonio Camacho y desde lo alto ha lanzado bombas de semillas para reforestar. Esta acción tiene su grado de dificultad porque se abre la compuerta del cargamento para lanzar las bombas desde el aire, dice el capitán, pero Nancy no muestra temor, sólo satisfacción por haber participado en el proyecto.
"Es hermoso saber que se puede reforestar de una manera natural, ya he volado en helicóptero y en avionetas", dice Nancy que sonríe, y sus azules ojos brillan con mayor intensidad al decir que esta faceta es algo diferente de lo que comúnmente sabemos de los bomberos que apagan fuego, rescatan personas o animales y auxilian en inundaciones. Ahora también reforestan.
Es que el capitán Camacho es un bombero honorario, así lo reconoce y lo anuncia el arquitecto Rodolfo Gálvez, presidente del Patronato de Bomberos de la capital chiapaneca.
Los niños se han dado cita a invitación de los bomberos para participar en la elaboración de bombas de semillas. Sus manitas inocentes toman la arcilla, forman la masa y la impregnan de semillas previamente depositadas en un costal. El capitán Camacho las obtuvo mediante donación y recolección de voluntarios, principalmente de El Parral.
Es que, dice el capitán Camacho, en sus 25 años de vuelo por Chiapas ha podido observar zonas que luego de tener 100% de vegetación comenzaron a ser deforestadas y ahora se han tornado en desérticas. Así ha sido en San Cristóbal, Comitán, incluso la Selva Lacandona, y la más preocupante, la Depresión Central de Chiapas que incluye a Tuxtla Gutiérrez hasta donde inicia la Presa La Angostura.
"Hay zonas pelonas y a este paso pronto llegaremos al nivel del desierto de Sahara", dice el capitán Camacho y no exagera. En 25 años ha notado, desde arriba, cómo ha ido disminuyendo la vegetación. Por ello Nancy, la bombera Blanca Nieves, exhorta a no talar árboles y a reforestar.
"Se avecina un mega proyecto de reforestación", adelanta el capitán Camacho. Será a partir de diciembre próximo, con la suma de ciudadanía y gobierno, dice. Todos somos una semilla, y la semilla ya fue lanzada y pronto germinara, concluye optimista el capitán Camacho.
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