"Es muy duro ser migrantes, sufr1mos p3ligros en el trayecto, algunas mujeres son vi0l4das, nos 4s4ltan y todavía sufrir d1scr1min4ción..."
"Con razón ya no están en la carretera a Villaflores, si aquí están amontonados todos; invadieron el Parque Central, también el puente de la Torre Chiapas", dice Evangelina a sus hijos y a su esposo: llegaron a pasear un rato y encontraron la Plaza Central atiborrada de migrantes, vendiendo algo, ofreciendo un servicio para obtener dinero. En este marco celebraron ayer el Día Internacional del Migrante.
"Tenga una paletica mi padre", dice Alexis, es hondureño y lleva un mes en Tuxtla Gutiérrez. Junto a su esposa y dos hijos compran bolsas de paletas de caramelos y los ofrecen a los peatones, sobre la Calle Central. Esta vez están en el Parque Central de la capital chiapaneca, se distribuyen el área para abarcar a más clientes.
Es la esposa de Alexis, joven y atractiva, quien vende más. A todos les conviene que se separen para que crean algunos que ella es soltera y le compren... y les ha funcionado la estrategia. Los hijos de 4 y 6 años también logran vender, la gente se conmueve.
De repente se escucha una música de mariachi, proviene de una bocina colocada sobre la orilla de la Calle Central, en donde inicia el parque. Posteriormente se escucha una voz grave que imita al extinto Vicente Fernández. Es Kevin, proviene de Venezuela. Con buen timbre de voz y un micrófono entona varias canciones rancheras. Al principio nadie le da una sola moneda, posteriormente la gente le reconoce su esfuerzo y lo premia con un poco de dinero.
Como Kevin y Alexis, decenas, cientos de migrantes se encuentran en el Parque Central haciendo algo. Otros venden comidas, como pequeños, quesadillas, empanadas, entre otros. Marlon, colombiano, tiene un termo grande lleno de café. El clima es fresco y ha logrado vender varios vasos de la bebida caliente.
"Tenemos que buscarle, padre", explica Kevin. "La vida está dura, tenemos que juntar dinero para seguir, pero también cuesta la estadía, hay que comer, pagar pasaje". La mayoría come poco, prefieren beber más agua, por lo económico y "es más fácil hacer del uno atrás de un árbol. Hacer del dos cuesta más", dice el migrante.
De eso se queja la gente precisamente, de los migrantes que hacen sus necesidades en la vía pública. A veces por no tener el recurso para buscar un baño público, otras veces simplemente porque se les da la gana.
Hace poco fueron desalojados de la Carretera a Villaflores, desde la 11 a la 19 Sur la zona aledaña estaba repleta de migrantes que a veces llegaban a alcanzar el número de mil personas. Algunos colonos colocaron letreros restrictivos como "prohibido acampar", "prohibido hacer sus necesidades fisiológicas", entre otros mensajes disuasivos. Finalmente los vecinos se organizaron y los migrantes fueron removidos del lugar.
Algunos se fueron de la capital chiapaneca, otros simplemente se reubicaron. Es así como se observan grupos de migrantes en algunos sitios públicos como la parte baja del puente de la Torre Chiapas, o el Parque Central como en esta ocasión. También están en algunas colonias de la periferia como Los Pájaros, La Misión, Moderna, Bienestar Social, entre otros.
"Es muy duro ser migrantes, sufr1mos p3ligros en el trayecto, algunas mujeres son vi0l4das, nos 4s4ltan y todavía sufrir d1scr1min4ción... no se vale, no escogimos ser migrantes", dice Marisela que salió de Venezuela con la idea de llegar a la Unión Americana.
Pero es Pamela quien puso un local con venta de empanadas, a la que le está yendo bien. A los comensales les encanta el sazón extranjero. Incluso puso anuncios en algunas páginas y se ha viralizado en redes sociales.
El 18 de diciembre fue declarado Día Internacional del Migrante por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
La migración ha sido una expresión valiente de la determinación individual de superar la adversidad y buscar una vida mejor.
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