Tienen vocación de servicio, sólo adquieren el conocimiento adecuado para brindar un servicio a la sociedad.
Las jóvenes sonríen nerviosamente: tienen entre sus manos órganos del cuerpo humano que antes solo habían visto en figuras. Gregs sostiene un corazón, Ady un riñón, Vale un hígado. También les toca sostener un cráneo humano, todo esto como parte del aprendizaje; se están preparando para ser médicas. Tienen vocación de servicio, sólo adquieren el conocimiento adecuado para brindar un servicio a la sociedad. Ya falta menos que ayer. Y servirán con el corazón en la mano.
"No tengan miedo de perseguir sus sueños. La Medicina es una carrera desafiante, sí, pero también es una de las más gratificantes. Ustedes tienen la capacidad de cambiar vidas y hacer una diferencia en el mundo. No se dejen intimidar por los obstáculos", dice Gregsalia Amisaday en la parte final de la entrevista. Ella es estudiante de Medicina Integral y Salud Comunitaria en la Universidad del Bienestar Benito Juárez García. Este 11 de febrero se celebró el Día Mundial de la Mujer Médica.
Ella siempre se mostró interesada por la salud desde el bachillerato supo que quería ser médico en un futuro. Lo veía complicado inscribirse en las universidades de prestigio y públicas porque lamentablemente entran quienes tienen dinero o palanca dice. Surgió la oportunidad en la universidad del bienestar Benito Juárez García y se inscribió para estudiar la carrera de Medicina Integral y Salud Comunitaria.
"Me interesó porque este tipo de medicina no se enfoca solamente en lo farmacológico, en medicamentos, sino que también lleva a cabo la atención primaria de la salud preventiva, con énfasis en las áreas rurales en las que casi no se presta mucha atención a la salud de las personas".
Sonríe al responder que contrario a lo que muchos piensan, al menos en su salón hay más mujeres que hombres. De los 37 alumnos, 29 son mujeres y ocho hombres. "La verdad que me sorprende, porque normalmente se esperaría que hubiera más médicos hombres que mujeres, porque siempre se les ha dado el privilegio a ellos."
Gregsalia celebra que con el paso del tiempo se han abierto oportunidades a las mujeres, no solo en el ámbito médico sino en otras áreas de estudio y trabajo. Al evocar la historia de la medicina en México su mente vuela automáticamente hacia Matilde Montoya, considerada la primera mujer médico en México. "Ella estudió en la Escuela Nacional de Medicina y se graduó como médico en 1887, esta mujer hizo historia, trabajó en el hospital San Andrés, en la casa de salud para mujeres y niños, pero también tenía su consultorio médico en donde atendía pacientes de bajos recursos, ayudaba a las personas, de esta forma fue una pionera en la lucha por los derechos de las mujeres en México y una de las fundadoras de la sociedad protectora de la mujer, una organización que buscaba mejorar la educación y las condiciones de vida de las mujeres. Matilde Montoya fue una defensora de la educación médica para las mujeres y trabajó para que se permitiera que las mujeres estudiaran medicina en la Universidad Nacional Autónoma de México, la UNAM, eso lo aprendí gracias al doctor Javier Santos", cuenta.
Interrogada sobre su parecer por el trabajo de la presidenta de México Claudia Sheinbaum una mujer de ciencia, Gregsalia responde que "la verdad (la presidenta) ha empezado muy bien, esperamos mucho de su apoyo, sobre todo nosotros como estudiantes de medicina y la apertura de nuevas universidades en México y en Chiapas, es una gran oportunidad porque muchas personas quieren y anhelan estudiar en el ámbito de la ciencia, de la medicina, pero a veces por los recursos económicos no se puede. Con la apertura de nuevas universidades es un gran apoyo no solo a nosotros como estudiantes, sino también para la sociedad porque van a ver más médicos".
Finalmente envía un mensaje a todas las mujeres que piensan estudiar Medicina. "Queridas futuras médicas, no tengan miedo de perseguir sus sueños. La Medicina es una carrera desafiante, sí, pero también es una de las más gratificantes. Ustedes tienen la capacidad de cambiar vidas y hacer una diferencia en el mundo. No se dejen intimidar por los obstáculos o las críticas. La historia de la Medicina está llena de mujeres que han roto barreras, que han abierto camino como Matilde Montoya.
"Recuerden que la inteligencia, la determinación y la pasión son claves para el éxito en la Medicina. No se rindan, no se desanimen, ustedes son capaces de lograr grandes cosas y recuerden que, sobre todo, no están solas. Hay una comunidad de mujeres médicas que las apoyan y las inspiran. Busquen mentores, busquen redes de apoyo y no tengan miedo de pedir ayuda cuando lo necesiten.
Finalmente me gustaría decirles que recuerden, sobre todo, que la Medicina no es solo una carrera, sino una vocación, es una oportunidad para servir a los demás, para hacer una diferencia en la vida de las personas y dejar un legado que trascienda generaciones. Así que adelante queridas futuras médicas, que el mundo necesita de ustedes".
Cada 11 de febrero se celebra el Día Mundial de la Mujer Médica, en honor a Elizabeth Blackwell, quien fue la primera mujer en recibir el título de doctora en Medicina en Estados Unidos, en 1849.
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