"El justo cuida de la vida de su bestia; mas el corazón de los impíos es cruel". (Proverbios 12:10)
Fue nota nacional. La trágica noticia de inmediato se viralizó. El gobernador Eduardo Ramírez Aguilar lamentó el incidente... lo lamentamos todos. No tiene por qué repetirse la historia; hubo negligencia por parte de la comunidad de San Cayetano las autoridades locales y por supuesto del autor material que, buscando erradicar a los perros callejeros, terminó con la vida de tres inocentes víctimas. La familia, el pueblo, el municipio siguen enlutados. Ojalá que haya más cuidado por parte de las autoridades y de la ciudadanía. Lamentablemente en Tuxtla están actuando de la misma manera. Un grito a tiempo para no tener mil gritos después.
"Lamento mucho la muerte de tres menores en el municipio de El Bosque. Al parecer, la posible causa de su lamentable fallecimiento fue la ingesta de veneno. La Fiscalía General del Estado ha tomado cartas en el asunto para determinar cuáles fueron las causas exactas de este lamentable suceso, público en su cuenta de X el gobernador de Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar, quien ha mostrado estar pendiente, atento de todo lo que ocurre en la geografía chiapaneca.
La tragedia ocurrió el pasado jueves en la comunidad de San Cayetano, municipio de El Bosque. La intención era acabar con los perros callejeros y murieron tres infantes.
La escena era desgarradora, uno de los padres crujía los dientes y reprimía el llanto mientras sostenía en sus brazos a su hijo muerto, entre sábanas blancas. De pie rendía su declaración ante el ministerio público. Hay culpables, claro, pero no se señala en específico a nadie. La comunidad sólo sabe que se colocó veneno en algunos panes y los arrojaron en la vía pública para acabar con los perros callejeros, pero nunca pensaron que tres inocentes angelitos serían las víctimas.
San Cayetano está consternado, los habitantes maldicen una y otra vez haber permitido que se tiraran esos panes envenenados. Es que las autoridades ejidales autorizaron la colocación de este veneno, sin imaginar el terrible desenlace.
Los padres, entre gritos y lágrimas, cuentan que hallaron a los menores sin vida dentro de su domicilio y solicitaron ayuda a paramédicos, quienes sólo pudieron confirmar que ya no tenían signos vitales.
El juez de Paz y Conciliación Indígena tomó conocimiento del caso y notificó a
la Fiscalía de Justicia de Distrito. Sin embargo, siguiendo los usos y costumbres tsotsiles, los padres no permitieron que los cuerpos fueran trasladados al Servicio Médico Forense, decidiendo velarlos en su hogar y darles cristiana sepultura. Este sábado los tres menores fueron inhumados en el panteón de la comunidad.
La Fiscalía investiga para dar con el responsable, los pobladores exigen justicia y mayor conciencia sobre el manejo de animales callejeros, esperando que esta tragedia no vuelva a ocurrir.
Encontrar al o los culpables y castigarlos no devolverá la vida a estos tres menores, ni tampoco le podrá dar la calma a las familias enlutadas, pero este lamentable incidente debe sentar un precedente para que tanto autoridades como ciudadanía tengan más cuidado.
Lo que preocupa es que esta acción no se limita a las comunidades sino a las ciudades como Tuxtla Gutiérrez. Sí, en plena capital chiapaneca, algunos vecinos de diversas colonias están recurriendo a esta medida para deshacerse de animales callejeros.
La noche de este sábado, en la Colonia El Roble, pegado a la colonia Santa Ana, al sur oriente de la capital chiapaneca, se reportaron la muerte de seis perros por envenenamiento. Los vecinos intentaron rescatarlos, pero nada se pudo hacer.
Se dice que los perritos ultimados habían sido rescatados y algunos incluso tenían dueño, presuntamente les arrojaron comida envenenada en la vía pública. Muchos se preguntan ¿qué hubiera pasado si en vez de los perros, algún niño recogía el alimento, que pudo ser pan o carne o algún otro alimento con veneno?
La historia trágica de San Cayetano pudo haberse repetido en esta ocasión, en Tuxtla Gutiérrez. Lo mismo ha ocurrido en otras colonias de la ciudad capital, se ha reportado envenenamiento masivo de perros y gatos en colonias como la Misión, Patria Nueva, La Floresta, entre otros.
Este asunto tiene que ser visibilizado, atendido por las autoridades competentes, llámese Dirección de Riesgos Sanitarios, Protección Civil, entre otros.
Por supuesto, amén de la actuación institucional se requiere, se espera, debe haber participación ciudadana con la debida precaución. De inicio, no tiene por qué recurrirse al envenenamiento de los animales, esa no es la medida para controlar la proliferación de perritos en la vía pública.
Atinada ha sido la labor del presidente municipal Ángel Torres Culebro, en Tuxtla Gutiérrez, con el programa "Chuchomóvil". Eso ayuda mucho, pero falta la parte ciudadana. Se ha pedido que cada uno lleve a esterilizar sus mascotas o que alguien contribuya llevando a los perritos y gatos de la calle para ser esterilizados y evitar su proliferación.
El envenenamiento no es la solución de fondo, hacerlo puede acarrear una consecuencia trágica como la de San Cayetano.
MORALEJA
Ellos también son seres vivos
Sienten como los seres humanos
Pero éstos son crueles y esquivos
Animales con tratos inhumanos.
San Cayetano está hoy enlutado
3 menores perdieron la existencia
Tiraron panes con veneno y sin cuidado;
Culpables sin castigo, sin sentencia.
La historia no debe repetirse
Pero esta práctica aún se replica
La tragedia ocurrida se platica,
Este añejo vicio debe prohibirse.
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