Un agente de la Policía Auxiliar lo halló cerca del Fraccionamiento Bosques de Comitán.
La escena duele, cómo ser insensible a tanto dolor. Fueron insensibles su madre biológica y su padre. Lo trajeron al mundo sin amarlo, sin desearlo y ahora se deshicieron de él como una basura. Lo envolvieron en una bolsa de plástico y lo tiraron. Fue encontrado sin vida. La ciudadanía clama por justicia, por dar con los responsables y que paguen por su artero crimen.
El agente de la Policía Auxiliar realizaba su recorrido habitual cerca del Fraccionamiento Bosques de Comitán, cuando sus ojos se detuvieron sobre dos bolsas sospechosas. Imaginó muchas cosas, menos lo que se encontró: un recién nacido y recién muerto.
La bolsa de plástico era de color negro, como el luto que no tuvo su madre y su padre biológico, sí el luto que embarga a los vecinos, a los comitecos y a quien se entera de esta lamentable noticia. No era un ser público, famoso político, cantante o deportista. Pudo llegar a serlo, pero le truncaron su existencia. No lo dejaron vivir, no lo dejaron crecer, no lo dejaron dar sus primeros pasos ni decir sus primeras palabras. No le permitieron celebrar su primer cumpleaños.
Para él no hubo un cuarto pintado con color pastel, no hubo una cuna, no hubo un baby shower, menos un te amo y un beso cálido. Tampoco hubo un pecho maternal que lo alimentara. Para él solo hubo una bolsa de plástico negro, para tratar de ocultar su contenido.
El lugar se llenó de patrullas, cintas amarillas y peritos forenses. La Fiscalía de Distrito tomó el control del área y comenzó las diligencias correspondientes.
Se ignora si el bebé ya estaba sin vida al ser depositado en la basura o si perdió la vida dentro de la bolsa plástica. Su cuerpecito fue levantado y trasladado al Servicio Médico Forense, donde se le practicará la necropsia de ley.
Se espera que en breve se inicie una carpeta de investigación para dar con los responsables de este acto reprobable.
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